¿Dónde estoy?

Oscuridad 01¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado? Esas son algunas de las preguntas que recorren mi mente, demasiado aturdido y desorientado para poder pensar con claridad y sacar conclusiones objetivas, además todo esta oscuro y no se ve nada, me cuesta mucho moverme, hasta el punto de no poder incorporarme, con la incógnita de no saber dónde estoy realmente, con la oscuridad y no tener una referencia resulta complicado. Mal momento este para haber dejado de fumar recientemente, porque el encendedor o unas cerillas me hubiesen venido de perlas. Pruebo con la linterna del móvil pero casualmente está sin batería, con la luz del reloj imposible, demasiada oscuridad. Alto, que ese ruido son mis jadeos y mi corazón que palpita como si se fuera a salir del pecho, parezco un caballo de carreras antes de la salida. Voy a intentar calmarme que no está la situación para que me dé un ataque de pánico, recuerdas lo que pasó la última vez, claro, que perdiste el control, el miedo y el pánico se apoderó de ti y consiguió controlar la situación por ti, con lo que conlleva: bloqueo, indecisión, sensación fría, taquicardia.

Bueno, ya que estoy en el suelo, voy a gatear como un bebé ante la imposibilidad de levantarme por miedo a caerme, el suelo está frío como la lápida de un cementerio en una noche de invierno, pero consigo levantarme apoyándome en lo que parece una pared, no hay mucho espacio, dado que no he llegado a gatear mucho por el suelo sin que me pare esta pared, primera reacción: gritar como si la vida me fuera en ello. Grito y grito como un primate, pero sólo consigo que me conteste mi eco rebotando en este lugar tan vacío y extraño.

La frustración empieza a apoderarse un poco de mí, para mí es aguantable todavía este grado de ansiedad, esperemos salir de aquí antes de que suba el grado de ansiedad y todo se convierta en un infierno oscuro y lúgubre, la espera está haciendo mella en mí, empiezo a perder la paciencia y el estar a oscuras no ayuda nada la verdad. Vienen a mi mente pensamientos muy oscuros y perturbadores. Un secuestro no puede ser, imposible ¿quién se va a interesar por mí? Si no tengo dinero, ni éxito, ni siquiera soy guapo y que yo recuerde últimamente no me he metido en jaleos, nadie se interesaría por mí vida económicamente tan vacía ¿pero es que nadie me oye? Es como si estuviera en un bunker aislado del resto del mundo, hombre, me gusta el aislamiento como método para que aumente mi creatividad, pero esto no es agradable y placentero para nada, porque ni si quiera sé dónde estoy.

Vamos a recapitular un poco, céntrate a ver si viene un poco de recuerdo. He discutido con algún vecino pero de nada tan grave como para hacerme esto, no sé, ninguna relación de pareja imposible recientemente, no hay relaciones tóxicas y en el trabajo nada, con los tiempos que corren en este país soy un mortal más y en paro desde hace ya mucho tiempo.

Dios mi mente ya empieza a funcionar como un video y empieza a pasar por mi mente mi vida en formato rápido como si esto fuera el fin, ya sé que está anticuado pero voy a probar a golpear con mi zapato contra la pared en plan morse hasta que me canse, se me empiezan a acabar las ideas y tengo que mantener mi mente ocupada y relajada, si no, sé qué entraré en barrena como un avión a punto de estrellarse, no sé si es la sensación de estrechez o la ansiedad, pero empiezo a tener problemas para respirar, voy a dejar de golpear y gritar como un histérico, debería plantearme cuanto tiempo voy a permanecer aquí y pensar en ahorrar fuerzas, además creo que me hice sangre en la cabeza. Os aseguro que ahora comprendo lo que siente un animal enjaulado y a oscuras, uno puede perder la cabeza si permanece mucho de esta manera, yo mismo apenas llevo una hora y empiezo a perder un poco los papeles. Me tumbo y me pongo en posición fetal con la esperanza de que este penoso cautiverio termine pronto, pero es que además de la oscuridad este silencio tan apocalíptico me ralla bastante, rozando la paranoia, necesito llenar mis oídos de atronador y molesto ruido, me estoy quedando sin fuerzas ya, y encima mis necesidades fisiológicas empiezan a invadir mi pensamiento como círculo de buitres acechando su presa, demasiadas cosas a controlar para llegar a buen puerto ¿pero es que nadie va a venir a decirme dónde estoy? Me siento torturado física y mentalmente, empiezo a perder la poca dignidad que me quedaba y mi pensamiento se vuelve cada vez más oscuro y frágil, pienso en que esto puede ser el fin y recorro todo lo que podría haber hecho y nunca hice, cuántas oportunidades perdidas en vida, es triste que tengas que estar encerrado para darte cuenta de las oportunidades que te brinda la vida o “este camino extraño” como lo llamo yo, ay qué coño, creo que ya empiezo a desvariar, no me gusta nada el camino que está tomando esto. Encima no soy creyente, no puedo ponerme a rezar como cualquier creyente, dudo que sirviera de algo, aunque si pudiera os juro que vendería mi alma al mismísimo Belcebú si eso me hiciera salir de esta situación sano y salvo. La paranoia y el delirio empiezan a apoderarse de mí cada vez más, demasiado tiempo hablando solo… solo… solo… silencio, silencio me parece escuchar algo a lo lejos, voy a pegar la oreja a la pared, qué leches, mejor me pongo a gritar: ayuda, ayuda se ha convertido ya en mi grito de guerra ¿hola, hay alguien ahí? Se oye al otro lado, por fin, pienso, contacto humano. ¿Quién es? Pregunto muy nervioso y aliviado a la vez. ¿Hola, hay alguien dentro? me pregunta él. Sí, contesto yo, ¿me podría decir dónde estoy?, a lo que él me contesta: No se preocupe, enseguida le sacamos, ya están aquí los bomberos. Sabe usted, es que se ha caído el ascensor y en la caída se ha llevado todo los cables de la corriente, usted no se preocupe que ya están aquí los servicios de emergencias. Lo difícil va a ser averiguar qué hacía yo en el ascensor de ese edificio porque tengo una laguna mental de escándalo. Donde menos lo esperamos puede estar nuestra mayor pesadilla, cuidaros de este mundo de progreso, ya que puede resultar una trampa mortal.

Bueno, con este relato de intriga sólo trato de hacer ver a la sociedad que al ser una enfermedad con bastante estigma también se puede generar en una persona normal ante una situación límite, quiero hacer hincapié en la escritura como modo de terapia siendo un tema del que todavía no se habla demasiado, yo animo a la gente a que lo haga, yo empecé en primavera del año pasado y la satisfacción es buena, además es una buena vía de escape para no dejar nada ahí sin sacar, para que no acabe pudriéndose.

• Katu beltza •

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